jueves, 10 de febrero de 2011

La búsqueda del tesoro

Mmm… ¿Cómo empezar este texto? Quizá diciendo que estoy quemado con todos y todas… no… no es políticamente correcto… pero… ¿Desde cuándo me preocupan las idioteces estas de lo correcto? Por otro lado quiero que lean el texto… así que debería excluirlos a ustedes de mi odio… aunque como dije en mi primer post, me chupa tres huevos si estas líneas no le llegan a nadie… y en el caso de este texto…quizá mejor que ni llegue… así que si… mejor empezarlo bien arriba cosa de que nadie se pueda quejar…

Se van todos a la re putísima madre que los pario… y ya que estoy… vos… señor de las alturas… te vas a la mismísima mierda…

Uf…ahora sí…mucho más relajado…puedo continuar escribiendo… Como siempre, mis poderes de lectura mental me dicen que ustedes se están preguntando, ¿qué mierda le pasa al Halcón? Bueno, me pasan muchas cosas… y a ustedes no les contaría ni la mitad (lo que es mentira pues a la mayoría de ustedes los conocí hace años y les he contado la mayoría de mis cosas (lo que es triste, decir que la mayoría de ustedes me leen porque son amigos (lo que termina siendo tonto, ya que podría mandarles un mail y no hacer esta bobada de meter todo en un post (lo que muestra que soy tonto, pero no me importa (ah, ustedes también lo son))))).

Bien…ahora voy a apuntar a algunos de ustedes. ¿Quién no ha escuchado alguna vez una frase como “no busques, ya va a aparecer”? Y, ¿Quién ha pronunciado alguna vez esa frase? A los segundos, ustedes son personas con mucho odio dentro que no deberían tener derechos en este mundo…pero los tienen…los tienen.

Che… ¿puede ser que esto está muy desordenado? ¿Puede que esto no se está entendiendo nada y está resultando ofensivo? Tienen razón… y como a mí no me gusta borrar texto ya que en sí sería tiempo mío que se fue a la basura, voy a recomenzar como si nada hubiera pasado.

Hola mis queridos amigos y amigas…hoy les quiero hablar de un mito…pretendo que lo analicemos juntos y que juntos lleguemos a saber una verdad, o parte de una verdad. El mito en sí es este…”Las cosas no hay que buscarlas, hay que esperarlas”.

Empecemos por el principio… ¿Qué nos quiere decir este mito? Pretende hacernos ver que las búsquedas son fútiles y en algunos casos malas. Por ejemplo, se usa mucho en el Relacionamiento Bi-Personal (RBP o parejas)… siempre nos dicen que no intentemos encontrar esa persona que queremos con nosotros, esa persona de alguna forma va a aparecer sin más, cual ninja.

Bueno…ahora que sabemos, más o menos, que nos quieren decir cuando nos dicen esto, empecemos a analizarla, o más bien, como voy a hacer yo, concluyamos lo que queremos concluir y después busquemos la forma de explicar esta conclusión (ejercicio: planteen una conclusión cualquiera a cualquier problema y vean, que salvo problemas matemáticos, todos llegan a tener hipótesis casi válidas).

En lo personal siempre he, como decirlo, detestado esta frase. Nunca me gustó que me dijeran que no tengo que buscar algo, ya que a mí me gusta buscar y me cuesta muchísimo encontrar. Lo que descubrí ayer (y dado que esto fue escrito hace como un mes, ayer no es ayer), mientras caminaba hacia el lugar donde habría de subirme a un bus que me transportaría, de la forma más incomoda y con más maltratos, hasta mi casa, fue que este mito tiene una hermosa dualidad. Me parece actualmente que esta frase es igual de cierta como de mentira.

Veámoslo parte por parte…por un lado y es por lo que la detesto, no creo que las solución al problema de buscar sea en efecto dejar de buscar. En muchas actividades de la vida el dejar de buscar termina significando el no avance en algún tema, que podría llegar a ser de mayor importancia.

A quién no le ha pasado alguna vez de no encontrar algo en su hogar y que cuanto más se busca esa cosa, menos cerca estamos de la solución. Finalmente la solución aparece cuando nos ponemos a buscar otra cosa, y como por arte de magia ese primer objeto aparece (secreto para encontrar el segundo: perder otro objeto más…no vale hacer trampa). Muchos dirán, en base a este ejemplo tonto, que esto es prueba clara de que no hay que buscar en la vida.

Bien…a estos varias cosas…primero, si consideras esto una prueba exhaustiva del tema, nunca en tu vida entendiste lo que era probar cosas…espero estés a tiempo de corregir ese detalle porque no puedo imaginarme una discusión contigo. Por otro lado, yo he probado algo genial que recomiendo ya que funciona…si estoy más o menos tranquilo mentalmente y centrado conmigo mismo (esto sí es una combinación complicada), y en efecto pierdo algo lo que más me sirve no es revolver todo mi cuarto y hogar buscando ese algo perdido, sino que me siento, cierro los ojos, medito sobre el objeto en cuestión, intento recordar los momentos en que lo use, descarto los más viejos y encuentro el momento en el que lo “perdí”.

Se preguntarán por qué esto funciona…y la respuesta a esta pregunta es de lo más divertida y amena… esto funciona pues ya sabemos dónde está lo perdido antes de empezar la búsqueda, fuimos nosotros quienes dejamos esa cosa en el lugar donde menos pensábamos para luego no encontrarla. Cuando buscamos por toda la casa y revolvemos todos los cajones estamos haciendo dos cosas mal, una es que estamos centrándonos en muchos lugares que poco tendrían que ver con esa cosa... es más, por lo general buscamos muchas veces en pocos lugares (estoy casi seguro que nuestra cabeza, como burla a nosotros mismos, elimina inconscientemente el lugar donde efectivamente, de buscar, encontraríamos la cosa). Lo otro que estamos haciendo mal es que nos estamos fijando en un lugar que no es, estamos buscando la solución a un problema que hemos cambiado…estamos considerando un nuevo problema.

Bueno…por otro lado en esta desmitificación del mito, tendré el agrado y el desagrado de marcar el por qué esta frase tiene parte de la razón. ¿Cuál es la parte real de esta frase? ¿No es tan solo una idiotez? Bueno…gracias a ustedes por estas preguntas que me ayudan tanto a lograr el resultado que buscamos. Esta frase no tiene una parte real y es una completa idiotez… pero el asunto aquí es que justamente el problema que tenemos es irreal y una completa idiotez.

Aquí es donde la frase muestra su punto más útil y flojo al mismo tiempo…el problema no es la búsqueda, el problema es qué buscamos y quizá hasta dónde lo buscamos. Por lo general, y esto no lo digo solamente yo sino que como ya les he mostrado ha sido escrito en temas musicales, la gente sabe lo que quiere y cree que lo que quiere es lo que precisa pero en última instancia lo que necesita es algo muy diferente.

Esta a mi gusto, es una de las razones por las cuales las búsquedas nos resultan tan nefastas, porque muchas veces le erramos en el filtro de la misma. Esto último puede ser por muchas cosas, si por ejemplo hablamos de relacionamiento con otras personas (amistades, parejas, etc.), muchas veces el concepto que tenemos de nosotros mismos nos distorsiona lo que a nuestro entender debería ser nuestro entorno.

Creo que el problema siempre es el mismo, nuestra cabeza. Es nuestra cabeza la que no nos brinda toda la información cuando buscamos algo perdido. De nuevo pregunto, si yo perdí algo, ¿no es lógico que sepa dónde está ese algo? Ojo, estoy hablando de las veces en las que, por ejemplo, nos sacamos el reloj de pulsera y lo pusimos al lado de la pileta del baño antes de bañarnos y nos fuimos al trabajo sin agarrarlo y cuando volvemos creemos que lo dejamos en el escritorio del trabajo, en el auto, se nos cayó en la calle, nunca lo agarramos de la mesita de luz, se lo llevó la empleada. Seguimos inventando posibles historias del pobre reloj que pocas posibilidades tenía de vivirlas y es recién cuando (por no irme a la mierda con lo que digo) vamos al baño en búsqueda de algo de higiene que lo encontramos finalmente.

Lo más probable que si nos hubiéramos frenado a pensarlo, lo habríamos encontrado en tiempo record.

Así que, ¿qué quieren que les diga? Para mí el problema realmente no está en la búsqueda, está en los parámetros. Así que dejemos de renegar de ellas, busquemos todo lo que haya que buscar, pero lo primero que debemos buscar son nuestros parámetros. Esto es, quizá, lo más complejo, ya que requiere conocerse…y… ¿quién carajo se conoce en esta vida? Totalmente no creo que nadie se conozca, pero es probable que con esfuerzo y mucho trabajo al menos puedas descubrir ciertas cosas.

Entre ellas, los parámetros de Tú búsqueda, porque es tuya, nadie te puede dar esos parámetros. Y esto último les digo…si van a abandonar las búsquedas, si ya es tarde para ustedes, hay una que nunca se debe dejar. Lo último que se pierde no es la esperanza, lo último que se pierde o abandona es la búsqueda de uno mismo. Nadie nos puede decir quiénes somos, solo uno puede saberlo. La mitad de las búsquedas que realizamos en la vida dependen intrínsecamente de esto, de conocerse, de saber quiénes somos, qué queremos, para qué estamos acá. Así que solo eso…nunca abandones la búsqueda más importante, la  búsqueda de tu identidad. Solo cuando sepas quién sos, vas a poder saber otras cosas que hace tiempo pretendes saber. 

Por todo esto concluyo, las cosas no hay que buscarlas, hay que encontrarlas.

Bueno… me voy porque quiero ver algo de tele antes de dormirme y ni idea de donde está el control de la misma… así que… me voy a buscar las pantuflas a ver si puedo prenderla.

Yo

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