viernes, 31 de diciembre de 2010

Todo (lo que tiene un principio) concluye al fin.


Queridos lectores míos…si al ver este título soñaron con estar leyendo mi último post antes de abandonar mi nueva carrera de escritor, sigan soñando tranquilos que le están errando por lejos. No, este post refiere a algo más, un concepto sumamente interesante para mi (quizá para todos ustedes no, pero soy yo quien escribe y escribo lo que se me canta) que nació unos días atrás y hoy terminó de tomar forma (siendo hoy hace quince días…hoy estuve ocupado con otros temas).

Agrego, hoy treinta y uno de diciembre del dos mil diez, que lo prometido es deuda. Dije que iba a postear el 29, 30 y 31 y aquí me ven cumpliéndoles mis promesas. Ha sido un año largo y cansador, lleno de cositas desde muy interesantes hasta muy bajoneantes, pero tengo claro que el año que empieza va a ser aún mejor que este. Tuve la suerte de arreglar para irme por unas semanas a tomar alcohol, sol y alguna otra cosa que El Señor me provea (me refiero a mi papá), así que es lo más probable que este blog esté un tanto inactivo por esas semanas, ya que no voy a querer tener una conexión a internet a menos de 3 cuadras a la redonda.

Por último, en esta especie de agregado antes de seguir con el texto que escribí hace como dos semanas para cerrar el año, les recomiendo de corazón, porque sé que los hago felices y que ya son como perritos obedientes a mis consejos, que en estos días de paz y amor, se pongan al día con este espacio y que si pueden incluso relean textos viejos. Van a ver que mis palabras cobran nuevos sentidos…mis palabras son mágicas…wow…

Hace un rato (siendo un rato igual a 3 horas y quince días) salí a trotar (creo que por segunda vez en el año) con otro de mis hermanos, Lorenzo Lamas. Digamos que fue una dura tarea la de aguantar el trote  debido a que hacía tres meses o más que no movía una pata, debido a mi edad avanzada y también a mis rodillas en estado decadente. Pero bueno, le metimos duro y salimos victoriosos de esta primera batalla (n. del e: ese fue el único día que salí a trotar en este segundo semestre…)

Ustedes se estarán preguntando (no creo pero me gusta hacerlos sentir involucrados) ¿por qué decidimos salir a correr en la fecha de hoy? Bien, el día estaba muy lindo para ir a la rambla, lo que invitaba mucho. Pero en última instancia lo que pretendíamos era con una serie de entrenamientos reiterados este mes, terminar siendo un par de Brad Pitts para la temporada estival (por la nota anterior habrán descubierto que terminó siendo una serie de una corrida y por obvias razones, seguimos siendo un simple halcón y un renegado).

Y he aquí el meollo del tema, ¿para qué mierda salir a correr un 13 de diciembre si ya evidentemente es tarde? La respuesta es lo que me vengo preguntando hace días, y es que por alguna razón el 31 de diciembre nos aterra y queremos hacer todo lo que no se hizo en el año, en estos pocos días que nos van quedando (¿de qué?).

En mis largas cabalgatas, al lomo de mi fiel yegua “La Ratonera”, por lo verdes campos del Sahara tuve los tiempos que necesitaba para poder moldear ciertas preguntas a las que mucho después le encontraría muchísimas respuestas. Como todo en la vida, estás preguntas también tenían distintas interpretaciones y por ende distintas soluciones…así que elegí las que más me servían para que mi razonamiento fuera funcional a mi persona (si están un poco perdidos, no se preocupen que yo también…pero casi termina el año y ya ni importa si escribo algo coherente o no…ni a mí me interesa escribirlo, ni a ustedes leerlo).

En un programa de radio que intento escuchar en mis tardes, suelen decretar lo que se le dice “la bajada” del año. Esta sucede, por razones evidentes, una vez al año y sobre estas fechas. Esta gente linda lo que pretende plantear es que una vez que ciertas condiciones se han dado, una vez que parece que se ha terminado el año, antes del fin real del mismo, entonces no tiene más sentido seguir intentando hacer cosas y es mucho mejor simplemente esperar a marzo para continuar allí con nuestras vidas.

Ahora… ¿cuáles pueden ser los motivos que nos llevan a intentar meter muchas cosas en estos pocos días? Y, ¿cuáles serían buenos ejemplos de lo que intentamos hacer? Creo que un ejemplo interesante ya lo di, pero otros podemos decir que son el intentar terminar proyectos laborales o hacer tareas que el resto del año no funcionaron, ordenar el cuarto para poder estudiar bien (cuando no estudiaste en todo el año y el cuarto se mantuvo con un orden caótico), intentar conocer al amor de tu vida y casarte, comer langostinos.

Estos son tan solo algunos ejemplos, y si bien mis estudios no me han llevado a encontrar alguna conclusión obvia, creo que puedo agregar algunas líneas más a este texto (releyéndolo, esta última frase suena como sarcasmo puro cuando escribí 2 páginas más…pero créanme que honestamente pensé que eran unas pocas líneas más). El 31 de diciembre se nos acerca, y con este el fin del año, el fin de aquello que tuvo un comienzo hace tan poco, sentimos. Y sabiendo que este año termina y que se “pasó volando”, esto nos genera una sensación de finalidad más grande que la del año, sentimos que lo que está por concluir al fin no es el año, sino nuestros días. El 31 de diciembre siempre los sentimos como el fin del mundo…y sin embargo todos los años hemos encontrado que después del 31, empieza de nuevo la cuenta.

Es por este maldito 31 que todos nos ponemos a pensar ¿qué hicimos este año?, ¿en qué avanzamos?, ¿retrocedimos en algo? Preguntas del estilo nos vuelven a todos (y amo decir esta palabra) muy nefastos. No es el 31 de diciembre la fecha en la que hay que rendir ningún tipo de cuentas, tampoco lo es el día de nuestro cumpleaños, es más, creo que la única fecha sería la del juicio final, y dudo que efectivamente exista. Nosotros no debemos rendir cuentas, simplemente vivir. La comparación con el pasado es la que nos vuelve nefastos y el intentar saber cómo estamos posicionados, aún más.

Yo no sé si este año fue bueno ni malo. Sin dudas viví los peores momentos que he vivido, pero también los mejores. Sin dudas hubo mierdas por todos lados, y sin embargo no creo que la vida lo sea. Es difícil encontrar respuestas válidas cuando las preguntas que nos planteamos están erradas. En una de mis películas favoritas se menciona que “todo lo que tiene un principio tiene un fin”, ahora, ¿por qué no pensar que todo lo que tiene un fin tiene un principio? Porque justamente nuestro calendario nos enseña eso…

¿Y no sería más útil en este sentido seguir contando días, no volver al cero? Porque la circularidad en la que vivimos como que nos mete en este jueguito del “¿avancé?”.  También nos mete en este jueguito el hecho de que siempre estamos escuchando en los noticieros sobre índices, ganancias, totales, ventas, etc, de este año en comparación con todos los anteriores…nos tientan a pensar así.

Pero dejémoslos a ellos con esa forma de ver las  cosas, dejemos de romper calendarios, dejemos de tirar baldazos de agua y ¡¡dejemos de romper vasos!! (me dan miedo los vidrios). Este gran año está concluyendo y está por empezar otro, no importa si mejor o peor, el que empieza puede ser otro gran año, y por más que empiece mal, nunca sabes como va a terminar.

Como experiencia personal les cuento que este año en particular fue el que empezó de la peor forma (estoy exagerando…seguro que empezarlo con una cañita voladora incrustada en alguna parte privada del cuerpo de uno debe ser peor (podríamos incluso llamarla una cañita violadora)), pero fue feo. Sumado a eso, como dije, sucedieron una serie de cosas que no pienso detallar (aunque a la luz de los hechos, parte de estos los detallé en el post de ayer…que loco… ¡no resisto al archivo ni cuando escribo!), pero que fueron muchísima mierda junta…de todas formas no me hizo frenar todo esto, de todas formas no me dejó sin disfrutar, de todas formas no logró que este no fuera un gran año…pues lo fue.

Así que dejémonos de fines, dejémonos de intentar solucionar todo a la apurada, dejémonos de pelotudeces, sigamos viviendo como tenemos que vivir, como queremos vivir.

Voy a agregar una cosita más…ya que si bien se merece un post entero, no da para escribir nada más este año, y el año que viene, Dios dirá si tengo ganas de escribir o no. Cuando crecemos encontramos que hay un concepto que se repite…por alguna razón mucha gente opina que “las fiestas son una mierda”. No digo que todo el mundo opine igual, pero sí creo que se vuelven fechas complicadas cuando uno es más grande.

En mi caso sé que esto es porque gran parte de la magia ya no está, nos la robaron, también porque las fiestas que uno recuerda no se parecen a las actuales, porque al crecer debemos ser más “serios” (esto a mi no me sale nada bien), quizá porque hay mucha gente que falta, los que se fueron a otros planos y los que se fueron a otras partes. De todas formas, lo que encuentro “bajoneante” es un error de concepto. Simplemente por nombrar dos fechas, el 24 y el 31 de diciembre no deberían tener la carga que tienen en nuestras cabezas.

Son dos noches más en el año, que sí, justo coinciden con el nacimiento de Newton y con el fin de nuestro mundo, pero solo son dos fechas. Somos nosotros los que le agregamos una carga extra, los que hacemos de éstas, fechas donde podemos sentirnos mal, al re pedo debo agregar. Es así que este año, hoy para ser más preciso, decidimos innovar en nuestro festejo de fin de año. Decidimos agarrar el toro por las guampas y cambiar la pisada, no desear más lo que se tenía, sino que crear algo nuevo, algo lindo.

No sabemos si va a funcionar o no, no sabemos si vamos a estar contentos o no, lo que sabemos es que lo vamos a intentar. Lo que sabemos es que preferimos mirar el hoy y no el ayer. Lo que sabemos es que no nos importa que se termine un año más, nada cambia, todo sigue igual.

Me gustaría terminar con algo que poco que ver tiene con lo  que vengo diciendo. Simplemente quería mandarle un gran abrazo a mi hermano Blackhawk y a su señora Viper porque hace pocos días se cumplió un año de una de las fechas más lindas que han existido. Así que simplemente, los felicita vuestro hermano y les desea aún mejores cosas.

Pues si…este vuelo ha terminado así como se termina este año. Y que corto se me hizo, seguro que porque cuando se pasa bien el tiempo se va a la mierda (más rápido se ha ido el tiempo desde que me carteo con ustedes). Les mando un abrazo a todos ustedes y sus familias, nunca dejen de creer en los sueños (sin esperanzas, obvio), atrévanse siempre a volar y siempre  pero siempre hagan el mayor de sus esfuerzos por ser ustedes, por ser el ser más luminoso que puedan ser.

A mi querida BK, el 2011 es nuestro, el sol está listo y el agua nos espera… ¡a hacer mierda todo que poco sentido tiene que algo se salve!

El más libre de los Halcones (Galácticos).

jueves, 30 de diciembre de 2010

A mi papá los océanos

Como ustedes ya habrán notado, no soy de andar escribiendo cosas muy serias, para nada. Creo que lo he intentado una sola vez, y entre que algunos conceptos no se entendieron y que la temática pudo haber resultado “polémica”, no fue una gran experiencia para ustedes. Sin embargo, aquí me embarco nuevamente en ese navío que es la seriedad y por tanto, hablaré brevemente ya que de otra forma será un nuevo fracaso (el de su lectura).

Voy a empezar este texto citando a un grande como lo es (o lo fue, ya que no tengo ni puta idea de quién es) Charles Wadsworth. Este dijo “Cuando un hombre se da cuenta de que su padre tal vez tenía razón, normalmente tiene un hijo que cree que está equivocado”. También me gustaría citar a otra grande, simplemente para que ambos me rompan el hielo de esta “conversación”, en este caso es Anne Sexton. Ella dijo “No importa quién fue mi padre. Lo importante es quién recuerdo yo quién fuese”.

En estos momentos se estarán preguntando (si es que son demasiado tontos) a donde quiero ir con estas frases. Pues bien, hoy treinta de diciembre del dos mil diez se cumple un nuevo aniversario del natalicio de MI viejo…el segundo luego de que volvió de entre los muertos. Cuantos años cumple es una pregunta que no deben realizarme, ya que poquita idea tengo. Les diría que para estimar, y dado que asumo que era grandecito cuando inició esta familia, está entre los cuarenta y los ochenta años…casi seguro estoy de esto.

Ahora… ¿por qué dedicarle un espacio en mi blog a este gran señor? Pues bien, en primer lugar, nunca antes había tenido un blog donde dedicarle un espacio a este gran señor, por lo que tampoco debería resultar muy raro que en el momento que tengo donde escribir boludeces, meta cualquier otra data que tenga ganas de expresar.

Esto que viene a continuación es nuevo para absolutamente todos, salvo para mí. Hace poco más de un año mi viejo estuvo bastante jodido de salud y por momentos mi cabeza temió lo peor. Más aún cuando el no paraba de repetirnos a mi hermano y a mí, al mejor estilo Hollywood, “vivan la vida, no la desaprovechen”. Por suerte, medicina o un milagro, hemos podido seguir contando con su presencia en nuestro hogar y familia.

Pero en esos momentos oscuros, donde y cuando no sabíamos que esperar, confieso que mi imaginación vagó por lugares horribles. Lo comento en voz alta porque no hay como decir algo para que no se cumpla. En mi cabeza me vi enfrentando uno de esos momentos horripilantes que tiene la vida y que se llama “velorio”, y más allá de que muchos datos más no tengo de la imagen mental que se me producía, lo que sé es que en el mismo, le dedicaba unas palabras que sonaban hermosas.

Pues bien, como detesto los homenajes póstumos (va, no los detesto, pero es una pena que la persona en sí no los pueda gozar), es que hoy en su vaya-uno-a-saber-cuál cumpleaños, le dedico unas breves palabras. Como el resto de mi núcleo familiar, mi viejo es un tipo raro. Quizá porque nació terminando el año, quizá porque fue el hijo menor (de dos) de una familia complicada, quizá porque formó una relación con una señora rara en otro sentido, o quizá aún más porque tuvo unos hijos también complejos…bueno…vaya uno a saber por qué mierda mi viejo es raro, pero lo es.

En primer lugar pertenece al selecto grupo de personas que justamente recibieron el honoris causa de “SerPersona”, esto no solo lo convierte en raro, sino que probablemente lo obliga a caminar por una senda bastante solitaria. Otro rasgo que lo caracteriza, para ser claro, son sus huevos de oro, o dicho de otra forma, su paciencia.

Es bastante difícil expresarles a ustedes quien es mi viejo sin que lo conozcan, o incluso conociéndolo. Es un señor que el 90% del tiempo guarda silencio, pero en ese 10% del tiempo en el que habla, cuando no hace un cuento que nadie entiende, dice algo que marca la sabiduría que lo caracteriza.

Es alguien que ha logrado ser padre de más hijos de los que la vida le dio. Nunca alcanzó ningún título universitario y sin embargo es una persona consultada por muchos (académicos o no) en muchas áreas, sobre todo en el arte más importante, el arte de vivir.

Con mi viejo no siempre he coincidido, ni cerca. Tenemos diferencias bastante grandes en muchas cosas, pero no hay persona que me quiera tanto como él, sin lugar a dudas (exceptuando el resto de mi núcleo familiar, quizá). No hay nadie que me haya apoyado más que él en todos mis momentos, en los malos y en los buenos. Nadie ha querido que, aunque fuese mágicamente, mis malos momentos terminaran y volviera a sonreir como a él le gusta. No hay nadie en el mundo que me empaquetaría el mundo para regalo y me lo daría todos los días de su vida (o de la mía, según quien gane la carrera).

Por sobre todo, creo que son pocas las personas tan optimistas como él. Me encanta escuchar, cuando estoy planteando que el mundo conocido es una mierda, sus respuestas que siempre empiezan con “Joven Halcón, en primer lugar yo no creo que el mundo es una mierda…”. Y no es mentira, si de alguien herede mi espantosa habilidad de ponderar las cosas buenas sobre las malas, fue de él (para el que se queje de la existencia de mi habilidad, me refiero en particular para con las personas, ¡rompe pelotas!).

Creo que una de sus más grandes enseñanzas ha sido justamente que hasta que nos llega la última caída, del resto nos tenemos que levantar…incluso cuando esta caída parece la última. Hemos vivido muchas mierdas en el último tiempo, o años quizá, y mi viejo en particular ha sufrido las peores. Éste, así como es su segundo aniversario desde su resurrección, es el primero sin su hermano y su sobrino-ahijado, quienes ahora nos esperan más allá de los mares.

Pese a esto último y a tantas otras cosas, mi viejo sigue igual. Mi viejo sigue siendo mi viejo, el viejo que tantos queremos. El que es leal, inquebrantable, sabio, el que siempre es. No importa la piedra que lo esté esperando en el camino, él la sabrá esquivar, saltar, destruir, o lo que sea (esta vez me perdí en la metáfora). Si algo se de él es que siempre hay que caminar, que caminando peleamos, que caminando avanzamos, que caminando vivimos.

Sé que si algún día salvo el examen final de la carrera de la vida, y me transformo en Persona con título, mi profesor particular habrá sido él.

De un Joven Halcón a uno Sabio, el más feliz de los cumpleaños es mi deseo de corazón.

Tu hijo.

miércoles, 29 de diciembre de 2010

¿Por qué las cebras usan paraguas cuando van a McDonald’s?



Puta madre…no tengo nada que subir…y hoy una amiga me hizo ver, aunque yo no le creí, que hace como 10 días que no subo nada…por lo que…ehm…bueno…mmm…vamos a ver que puedo escribir. Debido a que se me fueron los días, y el año está terminando, no creo que pueda cumplir con lo pactado sobre que textos se venían. Pero bueno, como una de mis más grandes, sabias y bellas seguidoras me pidió este tema en particular, es que me concedo esta licencia.

En primer lugar, y antes de hablar de las cebras que usan paraguas cuando van al McDonald’s, me gustaría otorgar los premios prometidos. Ha sido una decisión muy complicada, ya que por puntos estaban muy peleados entre Fede y Ani…pero bueno…tenía que ser honesto y seguir mi corazón. Por esto es que les concedo a ambos el primer lugar como comentadores de este gran sueño que es The Last Flight of the Hawk y el segundo lugar me lo otorgo a mí, ya que si bien han sido pocos mis propios comentarios, han sido muy buenos, no tanto como para un primer puesto, pero si para el segundo. Así que chicos, felicitaciones a ambos por ese primer puesto, con los grandes premios que se han ganado. El texto dedicado en particular para ambos, lo voy a escribir cuando yo esté gozando de mi viaje a floripa, ganado por mi segundo premio.

Bien…lo que todos queríamos saber…la razón por la cual las cebras usan paraguas cuando van a McDonald’s. Como siempre en este blog, intentamos aprender sobre las cosas que realmente desconocemos. Por lo que vayamos a la wikipedia a ver que nos puede decir sobre las cebras.

Se conocen como cebras (o zebras, forma en desuso) a tres especies del género Equus propias de África, Equus quagga (cebra común), Equus grevyi(cebra de Grevy) y Equus zebra (cebra de montaña); al mismo género que pertenecen también los caballos y los asno. Etimológicamente, la palabra cebra que utilizan los hablantes de castellano proviene de la palabra galaicoportuguesa zevra, que significa "asno salvaje". El nombre genérico Equus proviene del latín y significa "caballo".

Pah…ahora que me puse a ver todo lo que dice la wikipedia sobre las cebras…les recomiendo que entren porque es re interesante. No lo pego todo porque no está escrito de forma tan interesante como mi escritura, pero wow…re loco esto de las cebras. Lo primero y más importante es que me saqué una duda, las cebras y los caballos son lo mismo, y al parecer los asnos también. Por lo que todos me caen bien ahora.

Lo otro importante que leí ahí, es que las cebras habitan lugares muy secos, por lo que he aquí un primer indicio…probablemente no sepan lo que es la lluvia, por lo que es comprensible que le tengan miedo al agua de la lluvia, y por ende sería entendible que usen paraguas. Por esto yo diría que las cebras deben de utilizar paraguas siempre. A su vez, y dado que una vez presencie una guerra de agua dentro de un McDonald’s a eso de las 4am (estamos hablando de uno en particular que abre las 24 horas del día), y que por obvias razones (pánico generalizado) las cebras son de ir de noche al Mc, es que podemos concluir claramente que, dada su fobia al agua y dado que por alguna razón los empleados están tan al pedo a esa hora que manguerean todo el lugar, una cebra que fuera a pisar el Mc lo haría usando un paraguas.

Por cierto, si la pelotudez anterior no los ha convencido de lo que vengo hablando, me voy a agarrar de algo que aprendí de muy joven, estudiando alguna de las teorías que explicaban (no se si no era una de Santo Tomás de Aquino, o algo así) la existencia de nuestro Señor de las alturas. Esta decía algo como que (y acá mi mala memoria realmente va a demostrar lo poco que se de este tema) si algo no estaba probado como incorrecto, entonces podíamos afirmar que era correcto. O capaz que era la teoría de que si podíamos concebir la existencia de un billete de un millón de dólares, entonces este podía existir, o no… Ta…la verdad no recuerdo nada, y ya ni me importa recordarlo. Lo importante es que ninguno de ustedes debe tener una foto de una cebra en un McDonald’s sin un paraguas, por lo que nadie puede decirme que no es posible (si alguno de ustedes tiene, ¡se puede ir bien ido a cagar!).

Bueno…digamos que este post fue lo que prometía al principio dada la falta de inspiración y temática…corto y bastante porquería. Es por esto que quizá incluya un par de conceptos que quedaron en el tintero de este año, y quizá sea lindo incluirlos.

Para hablar, hay que entender lo que se dice antes (creo)

Que les digo que me he cruzado con una frase reiteradamente en el último tiempo, dicha en muchos contextos y me gustaría clarificar el sentido de esa expresión. La expresión en si digamos que sería, pronunciada de un alguien hacia algún otro alguien, “¡dejá fluir Alguien!”.

En primer lugar, quiero aclarar que la frase generalmente lo que pretende es hacerle saber a este Alguien que no está dejando fluir las cosas en la relación (sea el tipo de relación que sea). ¿Qué quiere decir que Alguien no está dejando fluir? Es probable que esté muy pendiente de esa otra persona, o que esté demostrando mayor compromiso, o que está demostrando muchos sentimientos, o que hable de más no dejando que las cosas se den de forma “natural”.

Bien, como no tengo muchas más ganas de escribir, voy a explicar que opino sobre este tema muy brevemente. Alguien que demuestra sus sentimientos (cualquiera que sean ellos), o que se preocupa por otra persona o que dice lo que piensa o que hace, en fin, alguien que actúa como es y no como el mundo pretende que sea, no es alguien que no deja fluir.

Y he aquí el Ki de la cuestión, por loco que parezca, estoy convencido que quien no “deja fluir” no es el Alguien que recibe la frase sino el Alguien que la envía. Ustedes se estarán preguntando dos cosas…la primera es ¿por qué hablo de este tema? Porque tengo ganas. La segunda, ¿por qué pienso que quien no deja fluir es la persona que dice “¡dejá fluir Alguien!”?

Esto es porque el Alguien que en teoría no dejó fluir, en realidad lo único que hizo fue ser honesto, y hasta podría decir que se dejó fluir completamente. Es quien recibe los posibles halagos o llamados o muestras de cariño, interés o afecto, quien a raíz de estas circunstancias no va a dejar fluir sus propios sentimientos. ¿Por qué la gente hace esto? Ni idea, quizá porque por lo general la gente es chota. Ojo, yo considero que hay márgenes dentro de los cuales actuar. Si en la primera cita, alguien declara su amor a otro alguien, apoyaré al segundo alguien que no deje fluir una mierda, ya que el primer alguien está desquiciadito/a.

De todas formas algo a aprender rápidamente, si uno llegare a ser receptáculo de la frase “¡bo, no estás dejando fluir!”, recomiendo instantáneamente olvidarse de esa otra persona pues ya esa tarde, es relación ya se ha terminado (voz en off: “Y nunca más volvieron a verse”).

¡La respuesta estaba en la pregunta!

Antes de cerrar este aburridísimo post, hago un pequeño anuncio. Es muy probable que en el día de mañana (30/12/2010) suba el penúltimo post del año, para subir el 31 el último, así que pónganse las pilas para poder terminar con sus lecturas antes de que el 1ero de año se los coma.

Bueno…este último agregado refiere a una conclusión tonta a la que arribe hace pocos días (el lunes para ser más exacto) y que me gustaría compartirles. Allí me encontraba yo en terapia en ese día oscuro, día en el que mi ya famoso equilibrio se había ido a la re putísima madre que lo pario, explicándole a mi loquero que me sucedía. Lo que me sucedía era claro, no podía entender como alguien que yo consideraba me quería mucho, me hubiera podido lastimar de la forma que lo hizo.

Asimismo recordé otras veces en las que preguntas similares me surgieron…sin ir más lejos, al cortarse una relación muy breve, de tan solo una salida, me pregunté cual era la razón para que se cortara todo ya que no me resultaba lógico. Ejemplos como estos puedo encontrar sin problemas, incluso recuerdo en cuarto año de liceo cuando me cuestioné la razón por la cual la profesora de Literatura me había puesto una nota muy baja sin mayor sentido.

Y es que el camino que he recorrido me ha hecho una persona en busca de la lógica del mundo, el cual en la mayor parte del tiempo y el lugar, carece de la misma. Es por esto que he rebotado tantas veces con el todo, ya que entender las cosas que pasan a nuestro alrededor es una tarea de lo más difícil.

Al percibir este problema, al escuchar las palabras que tenía para decirme mi loquero, fue que me surgió decirle “lo que yo debería es dejar de intentar entender todo lo que pasa”. Y por más tonto que sea lo que dije, es igual de cierto. Finalmente vi que la respuesta estaba en la pregunta, ya que el hacer la pregunta era mi error.

No importa el por qué de las cosas, por qué la gente se va o por qué se queda, por qué algunos viven y otros no, por qué tenemos lo que tenemos y no lo que queremos, por qué…

Cuantas más dudas tengamos acerca de lo que desconocemos, menos contentos vamos a estar. No creo que hayamos venido a entender todo en este mundo, solamente una parte. Y lo que es muy claro, entender al prójimo vale la pena muy pocas veces, pero esas veces, lo vale. 

Bueno, habiendo llegado a la tercer página de esta pudrición me despido,

Un Halcón sin tema.

viernes, 17 de diciembre de 2010

Por algo a mí… por algo a mí me gusta el inglés.

He decidido mechar otro post más antes de despedirme del año. Estoy buscando editar mi primer libro en el 2010 así que por eso me tengo que apurar un poquito. Espero que no por esto ustedes vean que el nivel de los temas que toco pasa a ser menos interesante. Los próximos temas, después de este post y antes del cuplé de la despedida, serán: “las cebras y su parentesco con las mulas”, “¿Por qué cuando traigo paraguas al trabajo no llueve?”, “Los percheros en el trabajo y su uso” y por último “Las hamburguesas de carrito vs las del McDonald’s”.

No tengo dudas de que no ven el momento en que se publiquen estas maravillas literarias…sé que me guardé para el final del año los mejores temas, lo sé y lamento haberles hecho esperar tanto para utilizar la artillería pesada. Mi intención aguantando estos temas eran dos. Hacerlos sentir esperanza de que el futuro traiga algo mejor, para luego demostrarles mi amabilidad para con ustedes a la hora de cumplir con todo esto.

¿Qué es lo que nos trae por aquí hoy? Quería hablarles de un cierto odio que estoy sintiendo para con mi lengua materna y para con algunas frases. Para que me conozcan un poco más, están ante una persona que tan solo conoce dos idiomas: el inglés, aprendido en años de esfuerzo, y el español, que nunca llegué a aprender del todo pero que fue el primero que hablé.

Bien, siempre se me hizo fácil entender esa lengua extraña para mi tierra, nunca perdí un examen y digamos que siempre me destaqué. En cambio, nunca fui muy bueno con el Español, habiendo incluso tenido que asistir a clases de “recuperación” en el liceo, que no era otra cosa que una clase extra para los más tontos. Como ustedes ya sabrán, poco tengo de tonto, al menos en el sentido más conocido de la palabra, por lo que estas fallas con el idioma obviamente se debían a mi necesidad de entender más allá de lo que se me decía.

Y sigo sin entender, por eso sigo hablando tan mal (y escribiendo peor, como ya habrán notado). Pero hace poco tiempo descubrí algunas de las razones por las cuales detesto esta lengua, algunas…sé que hay muchas más. Para no basarme solamente en mi ignorancia he consultado el diccionario de la RAE que encontré en la web y que espero sea certero con ciertas definiciones.

Y, ¿por qué hablo de definiciones y RAEs? Hablo de esto pues es esto lo que he descubierto me molesta del idioma. Ciertas palabras, que si las llevamos a su forma más básica, a mi gusto quieren decir cosas que poco que ver tienen con el concepto que se quiere expresar. Por suerte para la primera de estas dos palabras he encontrado una definición que me lleva directamente al meollo del asunto.

Hace un rato mencioné que yo quería parecerles a ustedes amable por hacerlos felices en base a estas “breves” lecturas. Ahora, ¿qué mierda significa ser amable? Según yo entendía, ser amable era una especie de sinónimo a ser cortés, ser bueno, ser gentil para con el resto. Muchas veces he escuchado la frase “ah, Pedrito es tan amable”, incluso podía ser seguido por la siguiente frase “…nada que ver con su madre”.

Según la RAE, amable viene del latín “amabilis” y significa “digno de ser amado”. Es esta definición la que me da picazón, que amable sea digno de ser amado. ¿No les suena raro? O sea, no es raro que amable signifique esto, ya que el sufijo “ble” para mi viene de una habiliadad y “ama” claramente viene de amor. Así que alguien amable, así como alguien querible, abrazable, besable, pegable, es claramente alguien a quien se le puede destinar un poco de amor.

Lo que me da la picazón es la forma en la que usamos esta palabra. Primero, es espantoso decir que alguien no es amable… las implicancias de no ser amable en un mundo donde (yo creo) que el amor lo es todo, que sin él no somos nada, son enormes y tristes para esa persona. Pero aparte, ¿quién te crees vos para decir que yo soy una persona amable o no?

¿Podemos dividir el mundo entre gente a ser amada y gente a no serlo? Lo que me lleva a algo más, ¿ será posible que mi lista de gente amable difiera de la tuya? Digo, yo no creo que todos vayamos a amar a las mismas personas, o que en cualquier caso nos consideremos capaces de amar al mismo mundo.

También podemos decir, “si bien yo no te amaría, creo que sos amable”. Pero si decís esto, ¡sos terrible pajero! Es como decir, “mirá, a mi no me vas, pero sos re linda/o”…lo que es cualquiera (o no, ni me importa ya…estamos a fin de año).

Por último, ahora incluso me resulta más gracioso cuando a la palabra amable le agregamos un cuantificador como “muy”. Laurita es “muy amable”…o sea, es realmente digna de ser amada…debe ser de la realeza y tener mucha plata.

¿Aún no estás convencida/o de que el Español es una poronga? ¿Estás seguro/a de que querés seguir leyendo? Si tenías la esperanza de que este texto berreta fuera  a mejorar, te equivocaste. En particular, es obvio que no puede mejorar porque está escrito en español, lo que lo complica todo. Pero ta…como dice un proverbio chino (ni idea), “la esperanza es lo último que se pierde”.

¿Seguro? ¿Seguro que querés tener esperanza hasta el final? Yo que vos lo volvería a pensar. Actualmente no solo no creo que tiene que ser lo primero a perder, sino que prefiero ni siquiera haber tenido esperanza. Veamos que nos dice la RAE sobre la esperanza: “Estado del ánimo en el cual se nos presenta como posible lo que deseamos”. Ni idea de lo que esto significa, veamos otra: “Rel. En la doctrina cristiana, virtud teologal por la que se espera que Dios dé los bienes que ha prometido”…mmm…nada que ver con lo que busco.

Sigamos…”Tiempo medio que le queda por vivir a un individuo de una población biológica determinada. Para los recién nacidos coincide con la duración media de la vida en dicha población”…me encantó, pero creo que esto es esperanza de vida.

¡Acá! Encontré lo que buscaba, “Esperar, con poco fundamento, que se conseguirá lo deseado o pretendido”. Esperar…es claro que esperanza tiene su base en la espera…con poco fundamento…esperar que algo se de con poco fundamento…fuerte…

Creo que esta palabra va en contra de todo lo que vengo intentando plantear hace tiempo. Esperar es no actuar, y si lo último que voy a perder en esta vida es la esperanza, ¿significa que esperé eternamente?, ¿para qué? La verdad, no tengo mucho que agregar a esto, simplemente eso, me parece que la esperanza es un error conceptual enorme.

Solo para ser un poquito más claro… ¿se dan cuenta que los hijos de pu&@ de la RAE consideran un término que abala una forma de ser triste? Porque según lo que dicen, sin mayor fundamento esperamos a que se de algo que queremos. O sea, no hay razones para que se de, nos quedamos esperando a que se de y ¡en teoría nos interesaba ese algo!

Dejate de joder, si deseas o pretendes algo, no te quedes esperando, por poco probable que sea. Y si es tan poco probable, y si no vas a hacer nada, por favor no pierdas tu tiempo esperando, cambia el disco. Esto último lo digo por experiencia…12 años de mi vida los viví bajo el techo de la esperanza…y espere… y desee… y por razones obvias nada se dio… fue cuando actué que viví, no antes…antes tuve esperanza.

I hope you undestood what I meant,

The Kindest of the Sparrowhawks.