jueves, 11 de noviembre de 2010

Conclusiones tontas para problemas idiotas (o de idiotas)

Ayer me pasó un evento de los que llamo “locote”. Estaba revisando mi celular puesto que cada tanto me gusta limpiar tanta basura que tiene (contactos innecesarios, mensajes viejos y aburridos, configurar la hora si está marcando algo distinto de las siete) y encontré una nota que hice en abril de este año. Explico algo…yo generalmente escribo notas en el celular para guardar información que considero de alguna forma relevante para la humanidad y que no la quiero olvidar. Por ejemplo, en abril del 2009 y en base a un mensaje de texto de una amiga, guarde algo que consideré sumamente importante para la posteridad. Mi amiga me había escrito “un casamiento sin vilma palma e vampiros es medio raro”…

Bien, en abril de este año escribí algo que realmente no recordaba hasta ayer cuando lo vi y que evidentemente eran los principios de esta aventura loca y fascinante que ha sido la escritura. La nota decía exactamente “Blog: conclusiones tontas para problemas idiotas”. Creo yo que en aquel momento se me pasó por la cabeza hacer un blog con ese nombre y ayer al verlo determiné que quería escribir un post en honor a ese mensaje y al momento en el que lo escribí (que me reservo el cuento de ese momento porque no tengo ganas de compartir tanto con ustedes).

Ahora bien…hasta aquí tenemos un título, mas no un tema, ya que hablar de problemas idiotas o de conclusiones tontas en forma genérica me llevaría 50 páginas o tres líneas. Entonces pensé… ¿qué problemas idiotas me he encontrado en la vida, problemas que todo el mundo tiene? No voy a listar la cantidad de problemas idiotas que he tenido porque no sé si “blogspot” soportaría una lista tan larga, pero bueno, los he tenido (extraño siendo yo una mente tan brillante). Bien, de esta lista tomé el más idiota de todos y que hasta hace algunos meses me acompañaba…intitulo el mismo “la infelicidad total y completa insatisfacción con la vida” (no es necesario explicar donde redunda la idiotez del problema).

Por último me estaría faltando llegar a alguna conclusión, que para que este texto tenga algún sentido, intentaré que sea muy tonta, sino demostraría mi propia “tontez”. Bien, que les cuento que he hecho parte de mi búsqueda en la vida, no solo conocerme sino que en particular saber en qué momentos mi mente está “más clara”. Por suerte puedo decir que encontré varias actividades que me dejan en este estado, simplemente por compartir algunas puedo mencionar los siguientes momentos: “cuando me baño”, “cuando estoy con un pedo azul” y “cuando doblo ropa” (si, esta última es muy rara, pero muy cierta).

Para ahondar un poco más en el concepto de la claridad mental, de forma de que ustedes si quieren hagan los ejercicios necesarios para encontrar sus momentos, les cuento un poquito más de que se trata. Los seres humanos somos seres muy nefastos en muchos sentidos. Uno de ellos y quizá el más grosero es la forma en que nos mentimos constantemente a nosotros mismos, o más bien, como nos miente nuestra mente. Soy un fiel creyente (y mi psicoterapeuta ha ayudado a empeorar mi locura en este sentido) de que nosotros podríamos ser seres mucho más luminosos si calláramos parte de nuestra cabeza, la que nos da los pensamientos oscuros.

Estos por ejemplo pueden ser los celos, rencores, tristezas superficiales, imposibilidades no reales. Siempre recuerdo, y les dejo como ejercicio encontrar ustedes un caso propio, una vez hace un tiempo que estaba estudiando para una asignatura de facultad. Muy difícil ella y muy trancado estaba yo. Leía una y otra vez el texto y no entendía una mierda, chino básico era. Más leía, menos entendía…sentía que se acercaba el parcial y yo iba a ir más regalado que Mustage en primavera. Pero en un momento pasó algo muy interesante, me di cuenta que, no solo entendía lo que estaba leyendo, sino que no tenía que estudiar nada más porque era muy fácil para mí.

Fue así que fui al parcial y alcancé un alto porcentaje en el mismo. Mucho tiempo después hablando con mi loquero, le conté este suceso y su frase fue “ahí le hiciste pica a tu mente”. Desde allí se que en mi existen dos tipos de pensamientos encontrados… los unos, luminosos ellos, son los que siempre me han permitido avanzar y encontrar los caminos para las felicidades que he sentido… los otros, los oscuros, siempre han sido y serán una traba. Son los que nos frenan siempre, los que nos generan miedos, los que no nos dejan avanzar pese a que esté en nosotros ese avance. El tonto ejemplo del parcial me educó muchísimo, mi mente no paraba de decirme que no sabía nada, pero muy dentro mío supe que lo sabía todo y que no necesitaba saber más. Es así que desde entonces me estudio cual conejillo de indias para saber en qué momentos esas oscuridades están más lejos.

Como doblar ropa se ha vuelto una de las claves de mi éxito es que me permito que se acumule mucha sin doblar en mi cuarto (perdón a los que les moleste). Es así que un día de este año, digamos de Junio por situarnos temporalmente, me sentía muy triste por lo mierda que es la vida. Tan triste estaba que decidí ordenar mi cuarto, para despejarme, para no pensar…o mejor dicho, para pensar bien. Hago una acotación, estoy convencido de que doblar la ropa me ayuda porque evidentemente no tengo los skills necesarios para que esta tarea me resulte fácil, teniendo que poner gran esfuerzo en la realización de la misma. Asumo que eso distrae a mi mente momentáneamente.

Mientras me encontraba en ese juego tan íntimo me llegó la siguiente idea, confieso que fue una de las más brillantes que he tenido. Me propuse un juego en el juego. El nuevo juego consistía en desarmar mi vida en un puzle, determinar las distintas fichas que “me arman” para luego armar el puzle sabiendo lo que el total será a las partes del mismo. Las distintas fichas fueron por ejemplo “trabajo”, “estudio”, “familia”, “amigos”, “parejas”. Cada uno podrá decidir cuantas fichas tiene su puzle y que significa cada ficha (lo único que les digo es que sea un puzle de niños, no uno de 1500 fichas que después es imposible de armar y del cual terminamos teniendo 1467 fichas…ahí estoy casi seguro que el ejercicio no serviría de una mierda).

Cuando miré cada una de mis fichas, las analicé detenidamente. Por un lado, me encuentro inmerso en el mercado laboral hace ya unos 4 años por lo que de momento el trabajo es una de las áreas casi resueltas, encontrándome en este momento donde realmente quiero estar. Por otro lado, el estudio, si bien interminable, nunca ha representado un problema mayor en mi vida, por lo que es otra pieza del puzle que no presenta complicaciones. Cuando miré la ficha de mi familia, vi problemas, vi despedidas, vi cosas muy tristes, cosas muy naturales, cosas que hacen a la familia. También vi vínculos que no son tan comunes y una base que no todos tenemos la suerte de tener. Por lo que si bien esta ficha no se presenta tan fácil como las otras dos, de las tres es la única que logra sumar algo. Porque si bien se han pasado momentos duros y tristes, eso no ha hecho más que fortalecernos.

Me quedan dos fichas más, de las cuales hablaré concisamente, si es que soy capaz de hacerlo. Las amistades por suerte, si bien han sido escasas en otras épocas, hace ya algún tiempo son muy reales y se han vuelto mis hermanos y hermanas de la vida. Por último, la ficha más compleja de todas…la figurita del álbum que nadie consigue. Ok, si bien no he tenido grandes suertes en este aspecto, en si es la pieza más chica de todas, una esquinita del puzle, que llega cuando debe llegar y no cuando se quiere (suena en mi oídos la canción Fix you de Coldplay…”When you get what you want but not what you need”).

Fue así que me dije… siendo los átomos que conforman mi vida completos, siendo que no hay huecos, que cada pedacito de mi vida tiene el color que deseo que tenga, ¿cómo puede ser que el total sea una mierda? PICA! Que gran mentira encontré en ese momento y que gran verdad también…uno de esos momentos en que el camino se bifurca y uno sabe que está tomando por un sendero de luz que solo puede terminar bien, mejor, uno único.

Por esto te digo hermano y hermana de esta vida, hazle pica a tu mente siempre que esta se esconda para dañarte, no le dejes originarte una idea nefasta en tu cabeza (Inception), recupera tu vida y tu felicidad, como dicen mis amigos de FA…defendé tu alegría (para los incautos que nunca entienden nada…esta es la conclusión tonta).

Fue realmente un gusto enseñarles hoy,

El grupo de docentes de “The Last Flight of the Hawk”

1 comentario:

Anónimo dijo...

esto me suena a artista con cabeza de ingeniero...arte con forma de demostración de teorema. Excelente. Esos son los artistas que necesitamos en la sociedad! :P