miércoles, 8 de junio de 2011

Mi primer vuelo

Quizá este título es un tanto confuso… pero intitular este nuevo texto ‘Mi primera vez’ iba a quedar aún más confuso. Este texto se ha gestado en los últimos meses, ya que por primera vez en su vida, a los 27 años, este halcón voló en avión.

¡Qué experiencia! Mala, muy mala… pero ¡qué experiencia!

Debo retroceder unos metros en mi vida para que se pueda comprender mejor lo que he vivido. Si habéis leído la mayor parte de mi ‘obra’ podréis deducir que mi familia es como mínimo ‘extraña’. En los últimos años recuerdo al menos tres eventos importantes, en los que alguno de los integrantes de la misma se fue de viaje.

Estos fueron, primero mi prima al norte, luego mi primo al noreste y por último mi vieja… pero desconozco muy bien a dónde. En las tres ocasiones mi familia llenó el aeropuerto antes y durante el despegue. Hubo llantos y abrazos, cantos y gritos, eso que a veces se llama ‘amor’. En estas despedidas, no pude dejar de imaginar ese primer viaje, ese ansiado momento en el que Yo iba finalmente a salir de este (es mentira, en estos momentos este es ese) país de mierda (aunque este y ese son bastante parecidos en eso), soñé en los abrazos y los cantos, imaginé las palabras que iba a decir.

Recuerdo todavía como creía saber que ese iba a ser el momento en que finalmente supiera quienes me aman en esta vida y quienes son indiferentes a mi vida y muerte. Pues bien… creo que encontré la respuesta… pero la dejo para más adelante.

Sucedió un viernes allá por Abril, cuando la vieja halcona seguía de viaje y el viejo halcón volaba poco aún debido a su pequeño desliz con esa camioneta, que vino mi patrún y me dijo ‘Joven Halcón, tenemos que hablar’. Yo abrí las alas y me dirigí raudo y veloz de mi oficina a la del patrún. Básicamente quería informarme que habría de viajar el martes por la mañana, si yo no encontraba ninguna razón de peso para no hacerlo.

Y así fue que surgía, sin que yo lo planeara ni lo previera, mi primer viaje en avión al exterior. Saldría para esta ciudad en la que me encuentro ese martes a las 8am...

Me levanté muy nervioso, armé todo lo que precisaba… como no sabía si iba a sobrevivir o no, había ordenado todos mis papeles y borrado toda esa evidencia, que si salía de forma póstuma podría dejarles una imagen mía que yo realmente no quería.

6.30am… un remise me espera en la puerta. Es Juan, el remisero. El será el verdugo que ejecutará mi sentencia y me abandonará en el nuevo y precioso aeropuerto, donde mi destino terminará de sellarse. 7.30am… he arribado al aeropuerto… estoy solo… tengo miedo.

7.35am… llegó el gerente… quien pidió que yo fuera (yo o cualquier otro como yo)… tengo más miedo. No lo conozco mucho, solo trabajé algunos días con el… ¿mi destino se definirá con gente que desconozco?

7.47am… estoy en el mismo punto donde estuvieron mi prima, mi primo y hace poco mi madre. Estoy solo… nadie me dice ‘te queremos sparrow te queremos’ o ‘sparrow no se va, no se va, sparrow no se va’. Nada… ni grillos, ya que este es un lugar muy pulcro. Solo bellas pantallas, propagandas vistosas y gente que nunca vi. Confirmado… nadie me ha venido a saludar.

Días más tarde habría de descubrir que pocos sabían que no estaba en el país y aún menos estaban interesados en eso.

Lo último que guardé en el bolso, fue un frasco de Head & Shoulders que hacía muy poco había comprado. Fue la primera baja de esta guerra… al parecer es peligroso lavarle el pelo al piloto con un shampoo de marca… que se yo.

Cuestión que luego de perder el shampoo, luego de desvestirme y quitarme todos los metales de encima (incluso la chapita que llevo al cuello con mi nombre y el teléfono de contacto de mi familia), llegó el momento de pasar por ‘aduanas’ y luego ver lo que pocos ven… el ‘free shop del aeropuerto’.

Lo dicho… un lugar precioso de ver… pero solo ver. Pensé en comprarme un chicle pero después recordé que esa semana tenía que comer… así que pasé un nivel más, fui a la sala de espera.

Momentos más tarde llegaría el sumun, el climax de esa mañana… subiría a un bus que me llevaría al avión. Esto fue algo que me resultó extraño, pero como el señor gerente estaba conforme con la situación, no me sorprendí. Al rato de estar parados como unos boludos en ese bus, el mismo arrancó y nos dejó al lado de una avioneta.

Re linda era la avioneta, tanto que me la quedé mirando. Era un poco más chica que la de Lex en Smallville, o similar a la de Tony Stark. Lo que me resultó extraño es que en el mismo se leyera el nombre de la empresa en la que viajaba. Algo no estaba bien.

Luego de unos instantes lo comprendí, la avioneta era el avión prometido, esa avioneta albergaría mi primer vuelo (y de no tener mucha suerte, el último). Entramos… me tocó pasillo… al lado mío otro desconocido… bueno, decir ‘al lado mío’ en este caso es un eufemismo. Podría decir lo mismo de las otras doscientos noventa y ocho personas que viajaban en ese avión conmigo.

Una lata de sardinas es más amplia y espaciosa que esa plumita que surca los aires.

He aquí mi primera gran observación. Por el tiempo que dure el viaje, por el tiempo que esa lata este en el aire, nuestra vida no es nuestra vida. Diría más bien que es un ‘pool’ de vidas, que pasan a ser una. Nadie tiene sucesos personales o particulares en un avión (salvo los afortunados que la ponen en los aires… pero tampoco se cuan deseable es esa situación).

Si a diez personas con la misma capacidad de expresión y que hayan viajado en el mismo avión, les pedís que te hagan un recuento de su vida desde que subieron al avión y hasta que bajaron, es más que probable que te digan exactamente lo mismo.

Gente, por ese rato me temo que aunque no nos guste, somos uno. Así que ‘aguita, aguita’, lo mejor sería ponerse al menos a hablar con quién esté en nuestro entorno. Si, ya se, nunca más volveremos a hablar, ¿quién querría? Pero, ¿no deberíamos saber quién está a nuestro lado arriesgando su vida, así como nosotros?

La avioneta se pone en marcha… ya llega el primer anuncio. Creo que es de destacar que el vuelo no habría de durar más de cuarenta y cinco minutos. Una aeromoza nos recibe con palabras agradables… casi como las de un cura al final del camino (¿conicidencia?). Nos da la bienvenida y nos solicita abrocharnos los cinturones. Después noto algo interesante, luego del breve discurso de bienvenida, esa azafata intenta dar el mismo mensaje pero en ingles… ella no tiene ni la más puta idea de los que es el inglés (nada importante, consideré en ese momento).

Ya estamos a punto de carretear, minutos me separan de entrar en ese pool de vidas…

La misma aeromoza nos cuenta cuantas salidas tiene la avioneta, cuantos baños, dormitorios, patio, cochera, cómo vomitar correctamente, que hacer en caso de ‘amerizar’. Yo levanto la mano para preguntarle que mierda significa ‘amerizar’, pero al parecer no era ese el momento de las preguntas… igual a nadie más pareció surgirle la misma duda.

¡Ojo! Por los dibujitos de un cartón que encontré en el asiento, y como lo que dijo es que en caso de ‘eso’ tomemos el asiento ya que el mismo flota, asumí que tenía algo que ver con el agua. Igual me parece muchísima información para asimilarla en tan poco tiempo:
  • El avión puede amerizar… que lo tomaremos como aterrizar en el agua, partirse en dos y terminar en el agua o alguna cosa que tenga que ver con el agua.
  • Parte del asiento, o el todo, flota. Así que si la telita esta que me sostiene al asiento, y que parece menos seguro que el cinturón de seguridad de mi auto que es del año 80’, me aguanta en caso de amerizar, yo tendré que tomar una llave inglesa que tengo… ah, no... la llave me la sacaron en el detector de metales junto con el Head & Shoulders.
  • Bueno, con los dientes tendré que desarmar el asiento mientras el avión se hunde o cae libremente por los aires, para quedarme con la parte que flota… mmm… supongo que tendré que aplicar ensayo y error para saber cuál es la parte que flota.
  • Por último, si en caso de que algo pase tengo que seguir las instrucciones de la tripulación, ¿para qué me adelantan esto? ¿Será que me lo adelantan porque en medio de los gritos, los llantos, la sangre y la devastación, debe ser un tanto difícil escuchar si lo que flota es la revista del free shop o el cinturón de seguridad? ¿Por qué no mejor nos dicen cómo mierda sacar el puto asiento y listo?
No me van mucho las teorías conspiratorias, pero acá algo huele raro… y dado que el avión no tiene ventanas, espero que sea mi imaginación. ¡Puta! Me distraje y me perdí lo que estaba hablando. ¡Bien! Al parecer hay un bis en el que repiten todo en… ¿eso es inglés de nuevo? Evidentemente en esta compañía no es necesario tener el FCE para poder acceder al puesto de aeromoza. También deduzco que solo viajan persona de habla hispana, porque si no habría alguno con cara de ‘¿y esta india en que idioma habla?’.

Estamos carreteando… ¿se dice así? ¿Carreteando? Que poco glam esa palabra. Che… ¿acá también hay pozos? ¿Soy yo o mientras carreteamos el avión pega contra cosas? Le agarro la mano a la persona que tengo a mi lado, que me mira con cara de ‘es tu primera vez, ¿no?’.

¡Vuelo, vuelo! La libertad… así se debe sentir.

Otro anuncio… al parecer puedo desayunar en el avión… rectifico… al parecer puedo comer un tentempié en el avión, si decido dejar el título de propiedad de la casa de mis padres como parte de pago, y financiar lo que falte pagar a veinte años...

No, estoy bien, gracias. Por suerte comí livianito anoche, así que casi que no me estoy muriendo de hambre.

Opa… otro anuncio… ¡hay un free shop abordo! Me paro, lo busco… no encuentro nada. Mmm… ¿no es un poco presuntuoso decirle a un carrito que pasa por el ‘pasillito’ con algunos artículos ‘free shop’?

No me decido rápido y la oportunidad se pasa… es en estos viajes que comprendí que al parecer en los free shops hay que estar decidido a comprar lo que tenés que comprar y hacerlo. Somos gentes de negocios, no podemos dudar, no podemos demorar… hay que obrar…

Se fue el carrito… y habían unas lapiceras re lindas a 200 dólares (lo más barato) que me venían bárbaro para regalar y que incluso venían con un llavero de regalo… increíble la suerte que hubiera tenido si lo llegaba a comprar.

Bien… por fin llega la tranquilidad. Ah, no… otro anuncio. ¿Estamos por llegar? Puta madre… y yo que todavía no pude pensar nada acerca de los viajes en avión. No llegué ni a analizar mis sentimientos.

¡Mi loquero se va a enojar conmigo!

Bueno… todavía tiene que aterrizar… que aterrice… que aterrice…

¿A eso le llamas aterrizar? Yo le llamaría mejor chocar contra el piso…

Puta… acá hay tantos baches como en casa… que pena que la gente no cuide las pistas de aterrizaje.

Ahora que lo pienso… yo despegué en una pista de aterrizaje. ¿Son también pistas de despegue?

¡Pero la re puta! Otro anuncio más. Al parecer ahora podemos pararnos… pero nos recomendaron tener mucho cuidado al abrir los compartimientos de los bolsos ya que cosas malas pueden pasar… que exagerados que son algunos…

¡PUM!

Mirá el viejito de mierda ese como me destrozo la cabeza con la puertita. Al final la azafata tenía razón. Uh… recién me doy cuenta… mi vida es otra vez más mi vida…

Y ahora… a trabajar… no sé a dónde… no se con quién…

Pero, ¿qué más puedo decir acerca de volar?

Creo que es algo muy personal cómo se vive, muchos lo sufren, otros ni se dan cuenta. Lo que sí creo, es que te importe mucho o poco, temas por tu vida o no, una vez que tomaste la decisión de volar, una vez que ese avión carreteó y despegó sus patitas del piso… tu vida ya no es tu vida y preocuparte o no, no va a hacer la diferencia.

Así que, lo mejor que podemos hacer es cerrar los ojos y sentir el vuelo, aceptar lo bueno que puede tener y reir.

Me voy… mañana va a ser un día muy largo…

Abrazos de gol.

1 comentario:

Any dijo...

Como? Los halcones viajan en avión? Que clase de halcón es ud? Y se atreve a llamar "extraña" a su familia? que caradura che!
Ande fué su vieja? No es cierto entonces que partió hacia la madre patria? Ya decía yo ... .
Ahhhhhhh que bueno! Nada me gusta mas que los comités de despedida y/o bienvenida. Ni anque sea pa' joderles la paciencia, yo me voy a 20 km de Rosario pongalé y los obligo a que vayan todos con banda municipal incluída !
Lo que faltaba: un halcón miedoso me cacho! Si, que mal de parte de su familia el no haberle hecho una despedida como ud merece! se me oprime el corazón imaginándolo solo en ese frío aeropuerto.
Y que quería ud pa' cruzar el charco? un boeing 707? el sputnik? salga ...
Ahhhh lo de las azafatas es un tema aparte ... agradézcale a la vida que no viajó por nuestra benemérita aerolínea. Ahi hubiera sabido lo que es bueno ... lo encantadoras que son nuestras azafatas jajajaja (no he conocido gente mas odiosa que las azafatas de AA).
Amerizar significa vivir en América, ahi coincidimos vio? ud y yo amerizamos que no le cuento!
Pero no joda che, parece como que ud tenía ganas de que el avión se viniera en banda!
200 U$ por una lapicera? y ud quería comprar? ud no está bien ...
Claro que acá también hay pozos, ese es un ejemplo de amerizar ve? vivir en América y compartir hasta los pozos.
La próxima se me toma un lindo bondi y a otra cosa.

Salu2
=D