viernes, 1 de octubre de 2010

ReFritos I: No me gustan las despedidas…mas si las renuncias.

Desde que terminé de escribir el vuelo anterior, entre otras, han sucedidos dos cosas. Una es que no paro de recibir maravillosas respuestas por lo escrito (no hay sorpresa ahí). Lo otro es que una sombra ha crecido en mí, una duda, un miedo. Todos los que sabemos al menos un poquito de cine (o aquellos que no saben nada pero que vieron Scream 2) tenemos claro que las secuelas, las continuaciones, son siempre malas. La 2da de algo nunca fue buena, salvo contadas excepciones que entran en esa “confirmación de la regla”.

Por eso me plantee, ¿qué he de hacer? ¿Esforzarme muchísimo para lograr un segundo post tan exitoso como el primero? ¿Perder las pocas neuronas que me van quedando en crear algo tan sublime? Claramente la respuesta que me di a todo esto fue un rotundo NO. ¿Para que esforzarme tanto? Mejor escribir cualquier cagada y aceptarlo, bajar el listón de mis lectores, para que el tercer post sea el que me haga saltar a la fama.

En este sentido la mejor solución que encontré fue refritar algo, pegar en el blog algo que escribí hace tiempo y que ya vio la luz del día. Al mismo tiempo intento aquí hacer un pequeño homenaje a mi pequeña carrera laboral, a modo de festejo por mi nuevo trabajo donde, para hacerla fácil, soy feliz. Así que aquí va, un pequeño cuentito, un poco más para que conozcan a este Halconcito.

“En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía…” un Joven Halcón (que para ahorrar en letras vamos a denominar tan solo JH). Este JH supo ser, en la mayor parte de su tiempo, un joven centrado, muy responsable, quizá muy viejo para su edad. Fue así que siendo aún joven  se aventuró contra su primer molino, su primer trabajo, casi sin horario, mal pago, que no le exigía, ni lo retaba, diría que una mierda si no fuera por el hecho de todo lo que ese trabajo le enseñó y la importancia que tuvo (aparte de ser una empresa de parientes la misma y es un poco feo decir esto).

Duró mucho ese trabajo, nunca recordaré cuánto este JH estuvo ahí, pero un día de abril del 2007 abrió sus alas y se echó a volar. Creyó que para estar mejor, para no volver a lo mismo, para sentir ese reto que buscaba y para encontrar soluciones a preguntas y respuestas a problemas debía enfrentar un monstruo mayor, una Multinacional. Que gran experiencia que tuvo ahí, quizá no la que buscaba, pero aprendió, oh si, aprendió. Nunca más se vería tentado de esa forma por ese nuevo tipo de mentira que estaba conociendo. Nuevamente aquí se mantuvo más tiempo del que hubiera deseado, nuevamente por miedos que nada tenían que ver con él, por promesas nunca realizadas, por palabras nunca empeñadas.

Fue así que un día de Setiembre de 2008 partiría nuevamente a buscar otros horizontes, con la vista más “centrada”, buscando lo que su experiencia hasta este momento le había enseñado a buscar. Y ahí encontró la empresa de las dos G, una empresa de su patria, más pequeña pero quizá más grande. Un lugar donde se sintió más a gusto, donde la partida, que sería en enero del 2010, resultaría mucho más difícil. Donde la despedida no sería tan ligera como antes. Aquí habían más sentimientos en juego, aquí había conocido nuevas amistades, había conocido una empresa con mano amable, había aprendido más que nunca, había crecido. Pero debía irse. Si la decisión que realizó fue la correcta o no, este narrador lo desconoce, pero la realizó.

Es aquí que nuestro Joven Halcón se cuestionó como debía irse. Luego de tantos viajes, ya había visto muchas despedidas, y si algo no quería era irse de esa forma. Se había acostumbrado ya a ver mails de despedida lineales, secos, tristes, sin sentido alguno. No le parecía que tuviera valor despedirse diciendo las mismas cosas siempre, dejando siempre los mismos datos, buscando algo que nunca había existido. Para nuestro JH, su despedida de los amigos iba a ser otra, y en si no debía haberla, no era su forma decir chau simplemente porque partía. Para el resto de la empresa, no podía ser un saludo gris…él nunca lo había sido.

Fue así que lo que envió fue lo siguiente, espero sepan comprenderlo.

Asunto: El joven no se va, el joven no se va, no se va, el joven no se va...

Cuerpo del mail: 

Queridos y queridas compañeras y compañeros…como ya muchos sabrán, hoy es mi último día en la empresa (por cierto, no entiendo por qué el mail se manda el último día y no un poco antes…es casi como algo póstumo…no se…lo dejo planteado…ustedes ven…). Si bien la tribuna pide que me quede, es una decisión tomada, decisión que me costó bastante. A los que no saben les cuento que no me voy a ningún lado salvo mi casita a convivir con mi familia que hace algún tiempo que no lo hago. Planeo hacer un cursito y ponerme al día con la facultad y quizá en un par de meses (“cuando el hambre, el frío, el crimen, el dinero y mis diez tías” me ataquen) volver a probar suerte en el mercado laboral. 

Fue una experiencia muy enriquecedora la que he vivido este año y pico en la empresa, he aprendido mucho y me llevo muchísimas cosas (para mi casa, pero espero no me denuncien). También espero haber retribuido a la empresa al menos en una pequeña medida…acá recuerdo cuando me mandaron a guardar cajas arriba de administración, o las tardes dedicadas a lavar los platos…ah, que momentos… 

En el plano social o humano, realmente considero que esta empresa es una empresa que se destaca. No voy a repetir todo lo que he leído este tiempo y que ya han dicho otros, pero si mencionar lo destacable que es que un ambiente laboral tenga una atmósfera así de amistosa. Aquí cito a un viejo conocido (Bilbo), no porque la frase tenga algo que ver, pero para hacer una referencia bien nerd, “No conozco a la mitad de ustedes, ni la mitad de lo que querría, y lo que yo querría es menos de la mitad de lo que la mitad de ustedes se merece.” 

Todavía recuerdo cuando apenas a días (o meses, porque a decir verdad tan bien no me acuerdo) me llegaba la invitación por parte de alguna de las comisiones (que se merecen otro mail aparte las mismas, pero ya bastante largo viene siendo este como para hablar de lo grandiosas que han sido) de ir a tirarme por una cuerdita y medio atado por algún salto del mundo…fue en ese momento que vi que la empresa era algo más que una simple empresa.

 En este punto, me pongo serio (que los que me conocen saben que es algo bastante imposible de hacer para mí, pero lo hago por ustedes, loquitos!) y agradezco profundamente la oportunidad de haberme sumado a esta empresa por el ratito que lo hice a los Gs, también a E y por supuesto hago un reconocimiento público a C y N que fueron mis guías dentro de la empresa.  

Hace algunos años, tuve la suerte de ir a ver a Dolina al teatro y mayor aún fue mi suerte cuando pude arrinconarlo para solicitarle un autógrafo para un conocido de un amigo (está bien, era para mí, pero no digan nada). Tan podrido estaba el señor, y tan molesto de que un halconcito que ni siquiera era de Liverpool lo molestara después de horas de trabajo, que su dedicatoria fue un tanto particular. En este momento la comparto con ustedes y con ella me despido.  

“En el umbral de la ausencia” los dejo, deseo que nuestros caminos se vuelvan a cruzar. 

El gusto ha sido de ustedes, 

Joven. 

PD1: hoy antes de irme y para todos los que no hayan tenido el gusto de escuchar mi voz aterciopelada o los que quieran volver a oírme (sé que son muchos), voy a cantar un pequeño repertorio de canciones en “El balcón de la empresa” (boliche nuevo). El repertorio incluye “Señora de las 4 décadas”, “Bailar pegados”, “Gotta Feeling”, “I know you want me” y “A desalambrar”.

PD2: Les paso mi mail personal para el que quiera agregarme al msn, también para el que quiera mandarme chistes los viernes…solo los viernes, jovenhalcon@halconesgalacticos.com

PD3: Si alguien desea mi teléfono celular por alguna razón y aún no lo tiene, pídanselo a alguien que lo tenga…pero antes de hacerlo cuestiónense lo siguiente…si en un año y 4 meses y 7 días no necesitaron llamarme…para que cambiar esa realidad?

2 comentarios:

casss dijo...

Soy muy exigente, pero es posible que te siga visitando.
saludos in extremis.

Any dijo...

Estimado Sparrow, inteligente recurso el del refrito. Los blogueros solemos usarlo como último acto desesperado cuando ya no se nos cae una idea, que no creo que sea su caso; creo mas bien que ud está viendo para donde encarar el tema del blog. No se preocupe, no necesita escribir genialidades supremas en cada posteo, con que tenga una cierta claridad de concepto y alguna mínima idea que expresar ya es suficiente (la mayoría no la tenemos, nos lanzamos impunemente al vacío, confiando en la piedad y la paciencia del sufrido lector jajajajja)
De su relato rescato la intención de agradecimiento que expresa el mail de JH hacia la gente de la cual aprendió cosas y recibió afecto. Es una cualidad casi en extinción, ser agradecido es todo un detalle en los tiempos que corren.
Celebro que disfrute de las charlas de Dolina, del cual también soy admiradora, me pareció muy apropiado traerlo a colación y que JH hiciera suyas sus palabras siempre tan acertadas para despedirse (sobre todo eso de que el gusto ha sido de uds je)
Celebro también que haya habido un segundo post y espero que el tercero no tarde en aparecer.
Sin mas, le envío un afectuoso saludo

P.D.: Interesante voz tienen los halcones che, nunca había escuchado uno, por teléfono al menos …